Más baratas La caída del precio de la vivienda ha sido una constante desde que se iniciara la crisis económica en el año 2007. Sin embargo, y teniendo en cuenta variables como las dimensiones, distribución, materiales y acabados, desde inHAUS aseguran que las casas prefabricadas son, de media, entre un 22% y un 34% más baratas que los inmuebles procedentes de obra convencional. De hecho, según explica Elena Pereira, directora comercial de Modular Home, las instalaciones prefabricadas son “más competitivas y económicas” porque el sistema con el que están elaboradas “está pensado para optimizar la mano de obra y generar ahorros de tiempo de hasta el 70%”.
Menor tiempo de elaboración En este sentido, Ricardo Antón y Joaquín Granero, socios directores de Obox, subrayan que las viviendas prefabricadas “son en todo o en gran parte construidas en fábrica”, motivo por el que usan técnicas, procesos y procedimientos de elaboración industriales “que hacen que estos procesos sean más eficientes en calidad, tiempo y dinero”. Así, desde esta empresa aseguran que “como regla general” las casas prefabricadas “se hacen en menos de la mitad de tiempo que las tradicionales”. Por su parte, Navarro añade que el proceso de fabricación de este tipo de inmuebles “es totalmente inverso al de una obra tradicional en cuanto a las fases y tiempos”, pues cada vivienda se realiza desde dentro hacia fuera, por lo que “cada fabricante optimiza su sistema para que cueste el menor tiempo posible y pueda hacerse lo más aceptable para el cliente”. “El tiempo de entrega suele estar en unos cuatro o cinco meses, pero la realidad es que podemos fabricar una vivienda de 200 metros en nueve semanas, y eso sí es ahorro con la máxima calidad”, matiza.
Inmuebles personalizados En España, no existe un sistema único de elaboración de casas prefabricadas, por lo que una de las ventajas que este tipo de viviendas ofrece al cliente es su personalización final. En este sentido, la mayor parte de empresas dedicadas a este producto presentan un sistema de fabricación estandarizado que, no obstante, deja libertad al cliente para elegir acabados, formas y materiales. Esta postura responde, como sostienen desde Modular Home, a que “cada cliente tiene un terreno diferente, la normativa urbanística que aplica cada municipio es distinta y las necesidades familiares también”.Sin embargo, los responsables de Obox matizan que en el caso de las casas modulares se imponen una serie de “restricciones a la hora del diseño de espacios”, aunque los equipos de arquitectura especializados con los que actualmente se cuenta “hacen que muchos de estos inconvenientes se puedan soslayar”. “Lo más difícil para un sistema de construcción modular es hacer espacios diáfanos de muchos metros cuadrados, como salones sin columnas”, reiteran.
Eficiencia energética Otra diferenciación positiva de las viviendas prefabricadas es que consumen menos energía que los inmuebles tradicionales. Esta ventaja, detallan desde inHAUS, es consecuencia de que las casas prefabricadas “llevan incorporados procedimientos de control de calidad muy superiores al de la tradicional construcción de obra in situ”. De hecho, para Antón y Granero, al proceder de fábrica esta instalación es “siempre más segura”, cualidad que se traslada al ahorro de consumo energético. En el caso concreto del aislamiento término, Navarro matiza que el sistema tradicional obliga a que las casas se construyan con puentes térmicos, lo que hace que estos inmuebles presenten porosidades y permeabilidades, lo que les hace generar “pérdidas inasumibles de energía”. Por el contrario, las viviendas prefabricadas y, en concreto, las casas modulares, poseen capacidad para generar calor por sí mismas pues “mantienen temperaturas estables interiores de en torno a 12 y 15 grados en invierno en aquellos días y climas donde la temperatura exterior ha sido de entre -5 y 12 grados”.
Respeto por el medio ambiente En paralelo, las viviendas prefabricadas se caracterizan por respetar el medio ambiente, pues como sostiene Pereira, los sistemas con los que están elaboradas minimizan “los residuos generados en obra y aportan soluciones más modernas” que los convencionales. Ello es consecuencia, afirman los responsables de Obox, a los procedimientos industriales que utilizan las casas prefabricadas, en los que “la eliminación de residuos está mucho más reglamentada y es mucho más exigente”.